“Cuando ya no puedes más” de Enrique Gavilán

Cuando ya no puedes más. Viaje interior de un médico.

Enrique Gavilán

Anaconda editions, 2019

236 páginas

El proyecto de la Atención Primaria de Salud en España apenas tiene 40 años de existencia, sin embargo su funcionamiento actual está muy lejos de sus valores fundacionales. El progresivo deterioro que está sufriendo es un grave problema que los profesionales ponen en evidencia a través de plataformas reivindicativas, movilizaciones laborales y diversos análisis en textos publicados en blogs, artículos y libros. Con poco éxito. Las inversiones sanitarias se siguen realizando mayormente en recursos de atención especializada y tecnología hospitalaria, los que resultan más atractivos para la población que elige a sus representantes políticos.

Cuando ya no puedes másEn este panorama de denuncia de la degradación y desconsideración de la atención primaria se publica el libro de Enrique Gavilán, un médico de familia que ejerce en el mundo rural y bien conocido por su compromiso con la profesión. Su texto, adornado con ilustraciones de Mónica Lalanda, es un relato en primera persona de su sufrimiento e impotencia cuando intenta cuidar a sus pacientes en un contexto sanitario pervertido por la burocracia y la saturación de demandas que muchas veces tienen poco que ver con la clínica y condicionadas por la exigencia de respuestas inmediatas y de consumismo tecnológico.

Escribir sobre las miserias de uno mismo exige honestidad, valentía y mucha generosidad. Gavilán supera el reto con creces y nos muestra sus debilidades y contradicciones, personales y laborales, que no son otras que las de muchos profesionales sanitarios comprometidos con su tarea. En este sentido, se hace cargo de relatar a través de su experiencia personal, cómo se encarna en cada uno de nosotros el sufrimiento de intentar cuidar a las personas en un marco social y de atención sanitaria contradictorios con los principios de un Sistema Nacional de Salud que nació en el contexto de una sociedad cohesionada por  un incipiente Estado de bienestar.

La historia de Enrique Gavilán es, lógicamente, singular, la suya: su familia de origen, cómo se hizo médico, el MIR, su periplo profesional hasta que ejerció por primera vez como médico de familia en un pueblo y su desgaste profesional posterior. En este viaje interior, como reza el subtítulo, no tiene reparos en compartir las desdichas personales, físicas y psicológicas, que le provoca el empeño de ejercer como médico realmente implicado con su trabajo. Esta honradez profesional y como escritor de su propia historia personal, es probablemente el mayor gancho del libro por la autenticidad que desprende, hasta el nivel de poder contarse a sí mismo como paciente dañado por un conflicto laboral, necesitado de una etiqueta diagnóstica, psicofármacos, atención psicológica e informe, como muchos otros.

Pero, como sugeríamos, la historia de la crisis profesional de Enrique Gavilán es la personificación de la crisis de la Atención Primaria. En el libro se ponen de manifiesto las extraordinarias dificultades que hay para atender a las personas según sus necesidades (y no simplemente a demanda), para acudir a los domicilios a acompañar a aquellos que no se pueden desplazar, para reflexionar en un nivel macro sobre las necesidades particulares de la población a la que se atiende y pensar en actividades comunitarias que aporten salud, para desmedicalizar y devolver a las personas la capacidad de manejar los múltiples avatares de la vida cotidiana en su propio entorno… Y entre todas estas tareas hercúleas podemos destacar la lucha contra el cautivador y falaz solucionismo tecnológico que nos ha de proporcionar una “vida feliz con riesgo cero” y que está siendo el deleite de las corporaciones que lo comercializan a sus anchas, con el beneplácito y la complacencia de todos los actores implicados. En estas circunstancias, la Atención Primaria está precariamente sostenida por el esfuerzo y la voluntad de sus profesionales, y este libro nos muestra cómo pueden enfermar por ello, “cuando ya no puedes más”.

El destino de la Atención Primaria nos involucra a todos. Enrique Gavilán se ha hecho cargo del suyo propio y ha escrito este libro, lo que probablemente le ha ayudado a seguir adelante en su labor de médico de familia, igualmente comprometido pero con menos sufrimiento. Con la complicidad y reflexiones que nos sugiere su relato, tendremos que pensar entre todos qué tipo de atención sanitaria queremos para cuidar y ser cuidados como pacientes.

Alberto Ortiz lobo

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